El tercero es el vencido, dicho que aplicaría perfectamente para esta ocasión; el tercer viajecito de nuestra vida en pareja, el más aventurado, el menos planeado y más esperado; este viajecito fue la opción, y es justo así como deseábamos que fuera puesto que traíamos arrastrando muchas cosas (arrastrando o quizás encima jejejeje) como el semestre más difícil de lo que llevamos de la carrera (Difícil por las actividades, por las responsabilidades y sobre todo, por que Arelyta y Carlos sufrimos del separamiento de grupos) y de la segunda mini, mini crisis, la cual nos hizo tambalear un poquito entre malos entendidos e ideas irracionales… cosas que supimos resolver juntos y que afortunadamente ya forman parte del pasado.
Este viajecito estuvo dedicado a ese deseo por estar juntos, a ese deseo por estar lejos de todo lo malo, de todo eso que no combina con nuestro amor por ser imperfecto. Antes de irnos de viaje tuvimos la oportunidad de deshacernos de algunos miedos, y de uno que otro problema o rencor que nos estaban lastimando, en vez de eso, llenamos las mochilas con amor, con felicidad y con mucha ilusión.
Este tercer viajecito ¡¡¡fue perfecto!!!! Pudimos ver el Popocatépetl desde bien cerquitita, Arelyta le contó al amor de su vida algunas leyendas sobre “esos dos volcanes que cuidan al valle de México”; también nadamos mucho (hasta estorbarle a una manada de weyes), Arelyta aprendió a nadar de flechita y casi aprende a nadar de bucito, y Carlos casi aprende a nadar de muertito, lo bonito de esto ultimo estuvo en que aprendimos de las enseñanzas del otro.
Este tercer viajecito fue tan perfecto que entre los únicos dos “peros” (perfeccionistas tendríamos que ser) podemos contar que 1) en Atlixco hay moscas asesinas jejeje (en este lugar se siente como si las moscas picaran cuando se paran en alguna parte del cuerpo, en especial las piernas, pero lo bueno es que no dejan marcas de ningún tipo) y que 2) se nos olvidó probar una nieve pueblerina (probar nieves del lugar al que vamos ya se hizo una costumbre en la mayoría de nuestros paseos jejeje). Es posible que solo sean tonterías, sin embargo como todo siempre hay uno o dos “peros” y estos son los únicos inconvenientes que le encontramos al lugar que fácilmente podríamos llamar “El Paraíso”.
Por ultimo (yo Janine bonita) me gustaría agregar que en 20 años no había tenido un cumpleaños tan bonito, me encantó la sencillez y la compañía, me encantó recibir las atenciones del hombre de mi vida, especialmente en este día, realmente ¡¡¡FUE GENIAL!!! Y después de todo, haber cumplido 20 años no fue nada malo.
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